Este 20 de mayo es el Día Mundial de las Abejas, declarado así por las Naciones Unidas para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su gran contribución para el desarrollo sostenible.
Para arrancar motores hay que decir que estamos hablando de los mayores polinizadores en el planeta y están ante un escenario apocalíptico, al menos en México.
Son uno de los mayores polinizadores del planeta
Los polinizadores son animales que se alimentan del néctar o polen de las flores y durante sus visitas transportan polen de una flor a otra por “accidente”. Esto permite la reproducción de las plantas y la producción de frutos.
Algunos polinizadores como las abejas, aves y murciélagos inciden en el 35% de la producción agrícola mundial, lo que su vez eleva la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo.
Para que quede más claro: el 75% de los cultivos de todo el mundo que producen frutas o semillas para uso humano como alimento dependen de los polinizadores.
Aproximadamente 1 de cada 3 alimentos que necesitamos dependen de la polinización. Las abejas pueden polinizar hasta 70 tipos de cultivos y solo una colmena, con un promedio de 50 mil abejas, pueden polinizar 4 mil metros cuadrados de árboles frutales.
Hay que echarle un ojo a este cuadro elaborado por el Colegio de la Frontera Sur. Se tata de una tabla que muestra los principales cultivos que hay en Campeche, su valor de producción y el porcentaje de dependencia de la polinización.
Por ejemplo, los cultivos de sandía dependen al 95% de la polinización.
Son productoras de alimentos
Ya mencionamos que gracias a ellas, como polinizadoras, se logra la producción de alimentos que la humanidad necesita para sobrevivir. Pero además las abejas son productoras de alimentos de calidad como la miel, la jalea real y el polen.
Durante toda su vida (50 días en promedio) una abaja puede producir aproximadamente 5 gramos de miel pero para lograrlo trabaja demasiado.
Se calcula que cada abeja obrera recorre aproximadamente 40 kilómetros y visita más de 7 mil flores. Si queremos un kilo de miel hacen falta al menos 200 abejas y más de un millón de visitas a flores.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, entre 2016 y 2020 México exportó 29 mil 449 toneladas anuales de miel principalmente a Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Arabia Saudita y Reino Unido.
Y no es todo. También son productoras de insumos para la fabricación de cera de abejas, propóleo y veneno de abeja.
La apicultura produce empleos
La apicultura es la crianza y el cuidado de las abejas para la producción de miel, jalea real, propóleo, cera y polen.
La exportación de miel mexicana sale principalmente del sureste del país, de estados como Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Chiapas. Hasta el 2021 había 43 mil apicultores registrados en el país.
De acuerdo con el Colegio de la Frontera Sur, un apicultor promedio de la Península de Yucatán dedica 75 días de trabajo familiar al año y se pagan 90 días de mano de obra de apoyo.
Ahora que hubo una intoxicación masiva de abejas en Campeche los expertos calculan una pérdida de 13 mil 200 días de trabajo rural considerando a solo 80 apicultores afectados. Hay pérdida de empleos directos e indirectos. Y todo en un periodo de 48 horas.
Su amenaza le da en la torre a la biodiversidad
Las poblaciones de abejas han disminuido en todo el mundo en las últimas décadas debido a la pérdida de hábitat, las prácticas agrícolas intensivas, los cambios en los patrones climáticos y el uso excesivo de productos agroquímicos como los pesticidas.
De acuerdo con los expertos, las casi 2 mil especies de abejas que hay en México se encuentran en grave riesgo de extinción.