Cuidad de México | 11 de noviembre de 2022. | Redacción.-
El chef Anthony Bourdain era un apasionado de la gastronomía en todas sus formas, recorrió el mundo para saborearlo a través de sus platillos, de lujosos restaurantes, hasta los placeres culinarios al filo de las banquetas y la Ciudad de México no fue la excepción.
El reconocido gastrónomo falleció en 2018, su inesperada muerte impactó en el mundo de la gastronomía: se quitó la vida a los 61 años.
Bourdain amaba la gastronomía de México, en su blog publicó lo que algunos llaman ‘una carta de amor a la comida mexicana’; ahí describe que, de los años que ha hecho televisión, este país fue uno de sus favoritos, donde él y su equipo se sintieron “más felices” al terminar el día de trabajo, cuando el momento en que la magia sucedía:
“Nos reuniremos en torno a un puesto callejero y pediremos tacos blandos con salsas frescas, brillantes y de delicioso sabor; beberemos cerveza mexicana fría, beberemos mezcales humeantes, escucharemos con los ojos húmedos las canciones sentimentales de los músicos callejeros. Miraremos a nuestro alrededor y comentaremos, por enésima vez, lo extraordinario que es este lugar”.
En el programa Anthony Bourdain: Parts Unknown, el chef y escritor caminó por el tianguis de Tepito con su michelada en mano, probó las legendarias migas de La Güera, ese plato caldoso originario del barrio preparado con huesos de cerdo, bolillo duro y chiles.
También visitó el restaurante Máximo Bistrot, actualmente uno de los mejores del mundo, fue a la Colonia Guerrero y desayunó arroz rojo, huevo estrellado y frijoles en una fonda.
Además, en Anthony Bourdain: No Reservations conoció a la cantina La Mascota y saboreó la clásica botana entre tequila y música de mariachi; además de quesadillas de masa azul en la banqueta y tacos.
Las taquerías que visitó Anthony Bourdain
En Anthony Bourdain: No Reservations, el chef se echó un taco en varias taquerías que han hecho historia en la vida cotidiana de la metrópoli, de las cuales destacan dos.
Los Cocuyos
Anthony llegó a Los Cocuyos, un diminuto local de Bolívar número 57 en el Centro Histórico y pidió dos de lengua.
Como el resto de los chilangos que esperaban de pie y pedían a gritos sus tacos, el chef saboreaba con la vista ese espectáculo del aceite hirviendo devorando la carne, los cuchillos afilados rebanando trozos de lengua o suadero y el vapor de los tacos sudados.
Este sitio es una de las clásicas taquerías donde hay de todo y en cualquier momento, pues abre las 24 horas, por lo que se ha consolidado como el lugar para bajar el calor de las copas con una buena enchilada de sus salsas, sirven suadero, tripa, cabeza, surtida, campechano, cachete, ojo, molleja, trompa, longaniza o lengua.
Los Cocuyos también aparecieron posteriormente en un documental de Netflix (Las crónicas del taco) y se dice que, siempre que podía, Bourdain se escapaba a esta taquería para comer los de suadero.
El Huequito
No podía faltar el emblema chilango: los trompos al pastor, parientes cercanos del shawarma y de los tacos árabes poblanos.
Este lugar se describe como un ‘templo taquero’, el cual nació en un local de apenas un metro de espacio en la calle de Ayuntamiento, de ahí el nombre de ‘El Huequito’.
Afirman que en 1959 inventaron el único ‘taco al pastor gourmet’, cuya receta se caracteriza porque sus trompos no son color naranja como el resto de la ciudad, se sirven enrollados y con dos salsas.
“Sorprendentemente bueno, con un sabor realmente fresco”, así fue como los describió el chef.