El pasado 25 de noviembre fue el Día Internacional para la “Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”. Ese día eran como las 15:00 de la tarde y me senté a la mesa para comer, prendí la televisión, y comencé a buscar algo que me llamara la atención, de pronto me encuentro con el evento en donde se están promoviendo leyes y acciones urgentes para prevenir y erradicar la violencia feminicida, hay representantes de distintas embajadas, familiares de víctimas de feminicidio, sobrevivientes y representantes de nuestro país.
Comencé a escuchar con interés lo que se estaba hablando, al pasar la represéntate de la ONU Mujeres en México, Belén Sanz Luque, enfatizó:
“Aún hay grandes desafíos. Tardaremos casi 300 años más en eliminar todas las leyes que aún discriminan a todas las mujeres. Ni nuestras hijas, nietas ni tataranietas vivirían en plena igualdad”.
Bueno, no pueden imaginar mi sorpresa al escuchar esto, la esperanza que cada día tenemos las mujeres para que esta violencia se detenga no será posible, porque hasta nuestras tataranietas lo padecerán, no sabía si llorar o reír de la incredulidad que estaba escuchando, no puede ser esto posible ¡¡¡ Todos los días escuchamos en las noticias fenómenos violentos hacia las mujeres, situaciones crueles que no se pueden permitir, ni justificar!!!!
Como mujer vivo con temor de esta violencia, y preocupada por mi hija, mi nieta, mi nuera, las mujeres de mi familia y en general por todas las mujeres del mundo que día con día corremos el riesgo de algún tipo de violencia. Desafortunadamente cada vez es más cercano escuchar experiencias de personas que han vivido feminicidios en su familia. Les comparto dos casos de feminicidios que me platicaron. La Sra.” E” me compartió que, en su pueblo, en el estado Oaxaca, es normal ver como un hombre puede matar a su mujer sin temor de ser castigado. Su cuñado le conto como su mamá fue asesinada por su padre en su presencia cuando él que era tan solo un niño. Hoy su cuñado es violento con su hermana, celoso y sigue el patrón de conducta y creencias que recibió en su casa. El otro caso es de la Sra. “S” me compartió la muerte de su sobrina de 17 años de edad, su pareja la mato por celos. recuerdo ver el dolor en la cara de la Sra. “S”, así como la incredulidad y culpabilidad por no haber podido hacer algo.
Hace unos años me invitaron a una conferencia de la Antropóloga Rita Segato, escucharla dio un giro en mi forma de pensar, en esa ocasión compartió una de sus investigaciones hechas en la cárcel de Brasil a violadores de ese país, toda mi vida había pensado que un hombre que viola a una mujer lo hace por morbo, pero al escuchar que los hombres ejecutan estas violaciones a mujeres por el poder, por un mandato machista para demostrar su hombría, me quede asombrada.
Rita Segato en esta conferencia nos compartió que estos sujetos violadores son frágiles, que no son reconocidos entre sus pares, y han construido su masculinidad a través de las violaciones más crueles a personas con mayor vulnerabilidad como son los niños, niñas, adolescentes, y mujeres desde la perspectiva de esta antropóloga, y a través de muchas investigaciones, es que ha llegado a esta conclusión: las violaciones que estos sujetos llevan a cabo son las demandas para probar la capacidad de crueldad, y la masculinidad a través de estos actos, porque ese reconocimiento no lo han tenido de sus pares
El tema de las violaciones hace daño tanto a hombres como mujeres, a los hombres por que los obliga a entrar en un sistema machista, en donde tienen que demostrar su hombría, donde se les enseña a cosifica a la mujer. Los feminicidios, dice Segato, son mensajes para que las mujeres se queden en su casa donde les corresponde estar, al cuidado y servicio de los demás.
En la cárcel entrevistando a los presos, preguntó ¿Por qué violan aquí dentro a los que violan?, uno de ellos le contesto, porque para un hombre es más fuerte que violen a su hermana, a su madre, a su esposa, a que la maten.
Segato expresa que los hombres muestran sus capacidades a través del intelecto, el trabajo, a través de mostrar como trofeos a las mujeres, entonces los hombres que no puede llegar a sus talentos, por sus haberes, por su riqueza o por su capacidad lo hace a través del sometimiento del más débil.
Hoy en día normalizamos la violencia a través de las noticias que escuchamos por la radio y vemos en televisión, las notas solo hablan de muertes, violencia y feminicidios. Por la mañana, tarde y noche, nos muestran escenas crueles permitiendo poco a poco acostumbrarnos a estos hechos brutales, y esta rutina permite que se normalicemos estos actos, ocasionándonos cada vez más una falta de empatía y aprendiendo mas sobre la crueldad.
Se necesita un cambio urgente en donde mujeres y hombres luchen para lograrlo, hacer conciencia de como estamos viviendo en estos momentos, que los hombres recapaciten como están sus relaciones con las mujeres de su familia, y que recuerden cómo fueron tratadas las mujeres cercanas en su infancia, si es que fueron violentadas por algún hombre, que recuerden como lo vivieron, como se sintieron, es una reflexión profunda, para darse cuenta de la violencia y no seguir el mismo mandato machista que perjudica a todos. Recuerdo que cuando estudie el doctorado en desarrollo humano, hablábamos de estos temas de género, en una de las clases, uno de mis compañeros nos compartió la preocupación que sentía por sus hijas, era difícil, escuchar, estudiar, y comprender como a partir de este constructo social machista las mujeres corren riesgo día con día.
Hablar sobre género es complicado, por lo regular algunos hombres se sienten ofendidos por estos temas, pero es importante conocerlos y entenderlos, no se trata de culpar, se trata de comprender ¿por qué tanta violencia?, ¿por qué tantos feminicidios?, y reflexionar cuál es tu labor como hombre y como mujer para que pare la violencia contra las mujeres, y esto, que hoy vivimos, pase lo más pronto posible, y no esperar 300 años para lograrlo.
Para mi tiene una gran importancia la perspectiva de esta gran investigadora, para porque me permitió entender desde la política, desde la construcción del género como estamos padeciendo toda esta situación de violencia las mujeres, ojalá que los hombres se interesen más por comprender como hemos sido construidos desde lo masculino y femenino y como esto ha afectado la psique de todos al grado de no poder controlar el mandato machista.
Escribirlo me ha costado trabajo, en el sentido de no poder dar un mensaje adecuado de lo que pienso a través de esta gran investigadora como es Rita Segato. Se que esto es todavía más complicado de comprender, pero llevémonos puntos importantes, mientras más estemos involucrándonos a través de los medios de comunicación con situaciones violentas, más vamos a ir perdiendo la empatía por el ser humano, por lo que le sucede, y esto facilitara y acrecentará la violencia, ya que podría llegar el momento en que verdaderamente no nos importará la muerte de las mujeres, la violencia y el abuso en niñas, niños y adolescentes
Para generar empatía debemos de tener una comprensión por el dolor, la tristeza y el miedo de los otros, preguntarnos ¿que está sintiendo?, preguntarnos si nos gustaría vivir esos momentos de sufrimiento, debemos de trabajar en comunidad, en un cuidado de todos, comprender desde la mínima actitud o conducta como me estoy comportando con los demás, sabiendo qué, como dice este filósofo Terencio “Hombre soy, y nada humano me es ajeno” esta frase es de mis favoritas me porque me permite no engañarme y saber que en cualquier momento también puedo ser partícipe de alguna situación que dañe al otro.