La colonia Algarín es la meca chilanga del diseño gráfico, las impresiones y los productos personalizados, aquí hallarás cientos de negocios de serigrafiado, bordado, laminado.
Se trata de calles tapizadas de locales vestidos de toldos y lonas que compiten por la atención de posibles clientes: representantes de empresas, instituciones y pequeños negocios en busca de uniformes y publicidad, aunque también banda que anda tras una prenda o un regalo original.
No es necesario llevar el objeto en el que imaginas un diseño determinado, casi todos los comercios tienen un catálogo de artículos en los cuales plasmarlo. Cuentan con sombreros, playeras, sudaderas, tote bags, plumas, vasos, pulseras, ropa deportiva, mochilas, del color y estilo que imagines.
Gran parte de locales están ubicados en la calle Isabela Católica esquina con Viaducto Río de la Piedad. Aunque el área está igualmente delimitada por Calzada de Tlalpan y Lázaro Cárdenas, es decir, también en la colonia Obrera hay negocios de esta índole. La estación de metro Chabacano, línea azul, es la más cercana.
¿Algarín?
Por si la duda no te deja dormir, el nombre de este barrio es, según la tradición popular, un sobrenombre. Verás, se cuenta (no existen registros precisos) que una de las primeras familias que se asentaron se apellidaba Alegará y a uno de sus hijos se le conocía como Algarín.
Se desconoce cuándo empezó la actividad comercial por la que hoy es conocida el barrio. Lo que sí está documentado es que en la primera mitad del S.XX esta fue considerada una de las colonias más modernas y chic de la CDMX.
Los negocios están agrupados o semiagrupados por giro. Por ejemplo, hay calles en donde lo que abunda es la impresión en papel: fotocopias de libros, cartas de presentación, invitaciones. También, rinconcitos enfocados en objetos de plástico, cómo vasos, otros en el metal, como pines, otros en lo eléctrico, cómo anuncios neón.
Si compras una pieza en la Algarín, te ahorrás unos pesitos, pero si compras cien ¡aún más!, ya que los precios disminuyen en razón al volumen de mercancía adquirida.
Lo bonito de visitar este spot, no está sólo en los servicios, si no en la creatividad que se deja ver en las fachadas de algunas tiendas. También en la exhibición de hilos y pinturas para tela que hay sobre sus repisas y en las monumentales máquinas bordadoras en acción.