Ciudad de México a 9 de Marzo de 2021. (Redacción).-
Debido a los altercados de la marcha, “resultaron 62 policías y 19 civiles lesionadas, de ellas nueve policías y una civil fueron trasladadas a hospitales y su reporte médico es estable”, manifestó la subsecretaria de Desarrollo Institucional de la SSC, Marcela Figueroa, en una comparecencia ante la prensa.
La protesta reunió a cerca de 20.000 personas, según datos del organismo, y este año estaba enmarcada en un clima de creciente crispación entre parte del movimiento feminista y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La manifestación se preveía ya agitada y las autoridades habilitaron un dispositivo de seguridad de 1.700 mujeres policías y una extensa valla metálica que rodeaba el Palacio Nacional de México para protegerlo de las manifestantes del 8 de marzo.
Así, los primeros disturbios se produjeron en el histórico Zócalo, frente al Palacio Nacional, donde los intentos de las manifestantes de derribar las vallas para aproximarse a la sede presidencial acabaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que arrojaron gas de extintores sobre las mujeres y cargaron para dispersarlas.
Algunas manifestantes intentaron derribar con martillos y palos el muro metálico, que tenía alrededor de tres metros de altura.
El periódico local El Universal informó de que los manifestantes prendieron fuego a los escudos de algunos policías, “pero las llamas se apagaron”.
Clima de tensión con Obrador
Según el gobierno mexicano, el muro fue instalado para evitar provocaciones, infiltraciones y ataques al Palacio Nacional, que sirve de despacho y casa presidencial de México, pero se ha convertido así en el último elemento de disputa entre el presidente y una parte del movimiento feminista.
Las manifestantes aprovecharon la instalación para escribir el nombre de cientos de mujeres víctimas de feminicidio, como se podía leer en la parte superior de la valla.
“NO OLVIDE SUS NOMBRES, SEÑOR PRESIDENTE”, publicó en Twitter Las Brujas del Mar, uno de los colectivos feministas que apoyaba la marcha.
Las críticas desde el movimiento feminista se habían vuelto a recrudecer desde que a mediados de febrero el mandatario respaldase la candidatura del exsenador Félix Salgado Macedonio para el gobierno de Guerrero, quien recientemente ha sido acusado de violación por dos mujeres.
El presidente mexicano considera que detrás de esas acusaciones hay motivaciones políticas y lamentó “que el movimiento feminista sea utilizado con otros fines”.
“Si Salgado es gobernador, legitima y normaliza la violencia sexual contra las mujeres”, declaro Patricia Olamendi, abogada feminista que representa a Basilia Castañeda, una de la mujeres que señalan al político.
En un vídeo, Obrador se defendió de las diversas críticas provenientes del feminismo: “Yo no soy machista, estoy a favor del derecho de las mujeres y estoy a favor de la igualdad”.
La violencia contra las mujeres es un tema especialmente preocupante, ya que México es el segundo país de América Latina con más crímenes de mujeres por razones de género, solo por detrás de Brasil, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
El país cerró 2020 con 3.723 muertes violentas de mujeres, sumando feminicidios y homicidios dolosos.