El gobernador Samuel García, quien se presentaba como un paladín contra la corrupción, ahora enfrenta graves acusaciones. Según revelaciones recientes, García ha desviado la asombrosa cantidad de 561 millones de pesos destinados al presupuesto de Nuevo León para financiar la campaña de Mariana Rodríguez y Máynez en otros estados.
Estos desvíos de fondos públicos evidencian la hipocresía de García, quien pregonaba la importancia de invertir en Nuevo León mientras saqueaba sus recursos para sus intereses políticos personales.
La corrupción naranja, representada por Samuel y su equipo, ha dejado un agujero de 561 millones en las arcas del estado, dinero que podría haber sido utilizado para mejorar la seguridad, garantizar el suministro de agua o financiar proyectos de desarrollo social.
A través de maniobras fraudulentas con facturas falsas y desvíos de fondos, Samuel García ha demostrado ser un maestro en el arte de la corrupción, utilizando recursos públicos para sus propios fines políticos.
Mientras tanto, los ciudadanos de Nuevo León se preguntan cuántas Cybertrucks podrían haberse adquirido con los 561 millones de pesos desviados por García, una pregunta que subraya el nivel de desfalco y abuso de poder que ha caracterizado su gestión.
