Durante el próximo sexenio de Claudia Sheinbaum, la Ford Motor Company se propuso aumentar su presencia en México, al enfrentar así a Stellantis México, conglomerado que, liderado por Carlos Quezada, mantiene su hegemonía en el mercado de arrendamiento de vehículos para instituciones de seguridad con sus marcas Chrysler, Dodge, Jeep y Ram.
Para atraer la atención en un mercado que ha sido liderado por Chrysler México en los últimos cinco sexenios, Ford incluirá en su estrategia la oferta de vehículos de alta gama destinados a tareas de seguridad.
Fundada en 1925 como la primera compañía de automóviles en México, Ford de México es dirigida hoy por Luz Elena del Castillo, quien es la presidenta y CEO para México, Puerto Rico, Centroamérica y El Caribe.
La firma de Estados Unidos invertirá en el mercado mexicano, inspirada por el éxito de sus vehículos en Carolina del Norte y con una plantilla de más de 14 mil 600 empleados en México.
Para las tareas de seguridad en carreteras, semejantes a la Guardia Nacional de México, las autoridades en esta región compraron Ford Mustang GT con un motor V8 de 5 litros y 486 caballos de fuerza, así como camionetas Explorer.
Tras identificar las oportunidades que presenta México, el presidente y CEO de Ford, Jim Farley, optó por impulsar las ventas de vehículos policiales en la región.
Estos vehículos están diseñados para satisfacer las necesidades de las comunidades que, según la página oficial de la compañía, sirven y proporcionan a las agencias de aplicación de la ley las herramientas ideales para realizar su trabajo.
Dentro de la gama de Ford para tareas de seguridad, se encuentran vehículos como el Mustang GT, Explorer, Police Interceptor, F150 Police Responder, F150 SSV, Expedition MAX SV y Transit Prisoner.
Ford México cuenta con plantas de estampado, fabricación de motores y ensamblaje automotriz en Hermosillo, Irapuato y Cuautitlán, los cuales producen la Ford Bronco Sport, Maverick y Mustang Mach-E, a diferencia de Stellantis México, dueña de Chrysler, que solo tiene dos complejos de manufactura en Toluca y Saltillo.
El sector de vehículos de seguridad en México, que representa más de 50 mil millones de pesos y está impulsado por la Sedena, la Guardia Nacional, la Marina y diversas agrupaciones estatales, verá una competencia intensa entre Ford y Chrysler.