Jalatlaco y las maravillas que esconde.

Jalatlaco, un precioso barrio en la ciudad de Oaxaca. Pasa desapercibida para gran número de turistas, pero quienes lo visitan quedan profundamente enamorados.

 

En septiembre de 2019, la edición inglesa de la revista Time Out publicó un listado con los “50 lugares más geniales del mundo“, en el cual se incluyó dos sitios mexicanos, la Ciudad de México y Jalatlaco.

Para emitir el listado, la revista realizó una encuesta a 27 mil personas alrededor del orbe para saber cuáles son los destinos que no pueden pasar desapercibidos. Hoy te contaremos sobre Jalatlaco, un bellísimo pueblo en Oaxaca.

Jalatlaco es un pequeño pueblo dentro de la ciudad de Oaxaca, cuya población es menor a los mil habitantes. Su arquitectura destaca por ser de adobe y cantera, al estilo colonial. El barrio, fundado en 1524, existe casi de forma secreta. Sus calles empedradas rememoran aquellas ciudades de inicios del siglo XX, en que no había grandes edificios, los habitantes tenían vida comunitaria y las tradiciones se seguían al pie de la letra.

La preservación de Jalatlaco se debe en gran medida a su abandono. Hace algún tiempo, la escasez de agua obligó a cientos de sus moradores a migrar. En ese entonces Jalatlaco era un poblado en medio de una llanura polvorienta. La mayoría de los pueblos vecinos pertenecían a la etnia zapoteca y vivían de la talabartería.

En ese entonces este pequeño pueblo fungía como bastión de españoles, pero la sed obligó a sus habitantes a escapar. Sin embargo, sus nuevos habitante decidieron preservar la ciudad, lo cual ha implicado una serie de reconstrucciones en los últimos cien años. Como consecuencia, Jalatlaco se ha convertido en uno de los barrios más geniales de México y Oaxaca.

Todo ello se ha traducido en un esfuerzo por mantener el color y la historia viva de la ciudad. Jalatlaco, cuyo nombre se traduce como “barranca de arena”, es el lugar ideal para contactar con el espíritu de Oaxaca. Su oferta gastronómica te permitirá saborear desde los platillos más típicos, hasta experiencia gourmet y de alta coctelería. La serenidad de este pueblo convive armónicamente con los turistas de espíritu bohemio que recorren sus calles. Cafeterías, arte y murales… en tu próxima visita a Oaxaca no olvides visitarlo.