Las búsquedas en internet relacionadas con el trastorno de ansiedad, ataques de pánico y soluciones para estos problemas se dispararon tras el inicio de la pandemia por Covid-19 , esto según un análisis hecho por psicólogos de la Universidad de Tulane, en Estados Unidos.
El estudio publicado en la revista médica de la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) describe que, si bien las búsquedas a través de Google no son un indicativo total del estado de ánimo de una persona, de manera colectiva pueden ayudar a entender lo que está sucediendo en ciertas regiones.
Aunque el estudio se centra en las búsquedas a nivel internacional. En México, la búsqueda de la palabra ansiedad aumentó en 22 puntos durante los últimos siete días en comparación al mismo periodo del año pasado; además los resultados muestran que el pico de consultas para este término a nivel nacional ocurrió en la semana del 11 al 15 de abril; es decir, un mes después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia.
5 de 10 muertes de todas los decesos globales (51.9%) que se han registrado a lo largo de la pandemia sucedieron en Estados Unidos, Brasil, India o México.
La herramienta de Google también muestra que las principales búsquedas relacionadas con este término están enfocadas al nuevo coronavirus, e incluso la que ocupa el primer lugar es una consulta sobre la conexión que puede existir entre este trastorno del ánimo y la pandemia.
El análisis de esta herramienta muestra que Sonora y Tamaulipas son las entidades que concentran el mayor número de búsquedas relacionadas a la ansiedad, mientras que Quintana Roo ocupa el último lugar de la lista con 77 puntos, cifra que se eleva en un 12% respecto al mismo periodo de tiempo durante el año pasado.
Michael Hoerger, coautor del estudio, describe la pandemia como un “tsunami” para la salud mental, y lo relaciona con la sensación de peligro constante, la incertidumbre sobre la cura o pensamientos frecuentes sobre la muerte. Pero también con la falta de empleo o el síndrome de fatiga extrema que el trabajo en casa ha provocado. Hoerger también señala que el estudio es la punta del iceberg, y que con el paso de la pandemia el golpe a la salud mental podría ser mayor.
Otro de los efectos negativos en la salud mental, y que quizá sea el menos explorado, es la interrupción de los procesos de duelo, ya que según cifras de Hoerger, por cada enfermo que muere por Covid-19, al menos nueve personas cercanas quedan afectadas, y con un ciclo que no pueden cerrar debido a las condiciones de la crisis sanitaria.