Ciudad de México a 06 de Diciembre del 2018 (Milenio).-En un cine al sur de la Ciudad de México, la emoción de ver en la gran pantalla a Lin-Manuel Miranda, en su personaje de Jack en el filme Mary Poppins Returns, provocó suspiros y aplausos contenidos para evitar molestar a los otros presentes en la sala, pero la euforia se desbordó al final de la proyección, cuando el actor dio la sorpresa y se apareció en el lugar. Susana Moscatel fue la encargada de presentarlo: “Alguien que sepa lo que ocurre en la cultura actual, sabe que no existiría sin la aportación de Lin-Manuel, y a pesar de que reinventó el teatro musical con Hamilton, regresó a los grandes clásicos; este (Mary Poppins Returns) es un musical original, basado en los libros de P.L. Travers, así que conozcamos a Jack”, dijo la periodista.
Los vítores no cesaron y se intensificaron más cuando una lluvia de papelitos palo de rosa, emulando a los cerezos en flor –tan representativos en la primera película–, “empapó” a todos en sus butacas; a partir de ese momento no cesaron en elogios para su ídolo e incluso le pidieron consejos. Una pequeña disfrazada como Elizabeth Schuyler (el vestido lo fabricó su mamá, según reveló) conmovió al histrión al preguntarle acerca de su compromiso con la niñez que es “acarreada por sus padres para buscar una vida mejor”, el asombro fue mayúsculo y presuroso Miranda fue directo en su respuesta.