A la “fiesta de la democracia” faltarán invitados. Al menos en Jalisco, donde el PRI dice “ahí mejor nos invitan para la próxima”, por que, en algunos ayuntamientos es preferible no presentar candidatos… y la muestra está en el asesinato del alcalde de Pihuamo, quien, por cierto, buscaba reelegirse.
Líder del PRI-Jalisco asegura que, desde enero, se le pidió al gobierno estatal un protocolo
En entrevista con Milenio, el dirigente del PRI-Jalisco, Antonio Padilla, aseguró que en 15 municipios sus candidatos ya han recibido amenazas directas… y que, en 7, no hay condiciones para presentarse a elecciones, es decir, el Revolucionario Institucional prefiere hacerse a un lado del proceso electoral en esas alcaldías, ya que la violencia impide presentar candidatos.
Lo anterior fue confirmado por el líder del PRI en Jalisco, luego del asesinato de Humberto Amezcua, un asesinato que, según el priista, pudo haberse evitado si las autoridades del Estado “hubieran hecho su trabajo”.
De acuerdo con Padilla, desde el 15 de enero se le hizo saber al gobierno estatal que no había condiciones para el proceso electoral, debido a la violencia registrada desde ese entonces.
Les dije que “debían actuar para garantizar que el proceso electoral pudiera realizarse en paz”, reprochó el líder estatal del PRI, agregando que pidió elaborar un mapa de riesgos y definir un protocolo de protección para candidatos.
Alcalde de Pihuamo sí recibió amenazas
El asesinato del alcalde de Pihuamo no es el primer caso de violencia política en Jalisco, hace unas semanas se ejecutó al candidato a alcalde del municipio de Mascota. Cuando esto sucedió, señaló Antonio Padilla, nuevamente solicitó al gobierno de Enrique Alfaro que metiera las manitas para evitar más asesinatos de personas involucradas en el proceso electoral… evidentemente, no hizo nada al respecto.
Aunque tras el asesinato del alcalde de Pihuamo las autoridades salieron a decir que no se sabía que éste hubiera recibido amenazas, el líder del PRI señaló lo contrario: horas antes del asesinato, se reunió con Humberto Amezcua y éste le externó su preocupación por las intimidaciones que había recibido.
“En ese mismo momento [cuando el alcalde de Pihuamo le comentó sobre las amenazas] traté de contactar al secretario general [del gobierno de Jalisco], le envié un WhatsApp, el cual nunca me contestó”, lamentó el líder del PRI.
