Ciudad de México a 29 de mayo de 2020.
La iniciativa presentada por el Gobierno de la Ciudad de México para reformar la Ley de Austeridad, es un intento de someter al Congreso y busca aprovechar la emergencia sanitaria para ejercer de manera discrecional el presupuesto.
Así lo aseguró Andrés Atayde Rubiolo, Presidente de Acción Nacional en la Ciudad de México, al destacar que la propuesta enviada por la Doctora Sheinbaum busca borrar las facultades de los diputados y usar el dinero como le plazca.
“La emergencia por el Covid-19 nunca justificará que las atribuciones del Congreso de la Ciudad México sean usurpadas por el Ejecutivo local; aprovechar esta situación para controlar los recursos a su antojo no es más que un intento burdo, abusivo y cínico del Gobierno de la Ciudad para eliminar al único órgano que le impide usar de manera discrecional el presupuesto”.
El líder del PAN capitalino sostiene que además de entrometerse en las funciones que le competen de manera exclusiva al Congreso Local, esta iniciativa abre la puerta al uso de dinero público sin reglas.
“Lo preocupante es que de ser aprobada esta propuesta, la Secretaría de Finanzas podría realizar ajustes presupuestales a modo, sin la justificación suficiente, es decir a contentillo y conforme les convenga. Es una propuesta por demás opaca, autoritaria y caprichosa”.
Advirtió que Acción Nacional no permitirá que se recorten facultades al Poder Legislativo toda vez que la división de poderes y los contrapesos son indispensables en un régimen democrático.
“Rechazamos la propuesta de la Jefa de Gobierno de recortar las facultades presupuestarias al Poder Legislativo. Esta es una reforma dañina e insisto, no se deben aprovechar las situaciones extraordinarias para reforzar poderes antidemocráticos en la ciudad”, sostuvo.
Finalmente destacó que lo único que demuestra la iniciativa es que la Jefa de Gobierno por fin aceptó que su gobierno está totalmente rebasado para afrontar la gran crisis económica que nos espera tras la pandemia y busca aprovechar la desesperación de los capitalinos para utilizar los recursos a su antojo sin contrapesos, reglas, transparencia o justificación.
