Cuidad de México | 04 de octubre de 2022 | Redacción.-
Como el avión presidencial no se ha podido vender, de plano la Sedena le está buscando un uso militar —después de la negativa de AMLO de volar en este gigante comprado en los sexenios de Felipe Calderón y EPN. Por otro lado, la Secretaría de Defensa Nacional también está buscando expandir sus horizontes… ahora con una aerolínea que sea de su propiedad.
Todo esto lo sabemos gracias a los 6TB de info obtenida por el colectivo Guacamaya —que hackeó los sistemas de la Sedena y de ahí varios medios han recopilado información importante, como el seguimiento que esta secretaría le da a colectivas feministas o el contrato de la compra de un software, cuya función es el puro espionaje.
Acá les vamos a contar un poco sobre lo que encontró El Universal acerca de los planes que tiene Sedena para crear su propia aerolínea, una empresa turística y qué quiere hacer con el avión presidencial.
Sedena busca tener su propia aerolínea, cambiando la ley
De acuerdo con los documentos filtrados por Guacamaya, la Sedena está viendo cómo le hace para crear una aerolínea que dé servicio de transporte de pasajeros y carga —todo con una flotilla base de 10 aviones arrendados.
A la par, esta institución está viendo cómo le va en el desarrollo de una empresa turística.
Se supone que esta empresa tendría en sus manos el manejo de tres hoteles, dos museos y dos parques ecológicos. ¿Quién llevaría el proyecto?
El Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica. La mismísima empresa de Sedena que ahora está operando el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y que lleva la batuta de los trabajos en los aeropuertos de Tulum y Palenque así como el Tren Maya.
Sólo que
Pues… la Sedena no puede tener la concesión de un aeropuerto y de una aerolínea al mismo tiempo.
Aunque no crean que esta institución no puede darle la vuelta. Según los documentos, Sedena piensa arreglar el asunto con una reforma (cambios) al reglamento de la Ley de Aeropuertos, sin contemplar al Legislativo —o sea, saltándose a la Cámara de Diputados y el Senado.
En cuanto a los servicios turísticos, el Ejército está tan seguro de este proyecto, que ya tiene hasta el nombre de la empresa: Servicios Turísticos Itzamná, S.A. de C.V.
Y, ¿el avión presidencial?
Les contamos al inicio de esta nota que nada más no sale el avión presidencial. Y en este contexto, la Sedena analizó si el avión podía tener un uso comercial, quedando a cargo de una aerolínea pública.
Sin embargo, el análisis arrojó que no es una opción viable porque es de “alto riesgo”. Es decir, las ganancias serían muy pocas ante el costo de la renta del avión presidencial.
Otra opción que la Sedena ha analizado es el uso militar del avión presidencial. Sí, este avión podría usarse en vuelos de ayuda humanitaria, viajes de estudios nacionales, viajes de misiones consulares o diplomáticas o hasta el traslado de delegaciones deportivas (porque si no, de plano ese avión no sale).
