Si lo tuviéramos a la mano, aquí pondríamos el meme del “Tío Vegeta” con la leyenda “fe en la humanidad restaurada”… y cómo no, si con lo que acaba de hacer un taxista de la CDMX al devolver 100 mil pesos que bien pudo haber hecho perdidos, uno puede salir a la calle con la idea de que no todo en la vida con tranzas y gente gandalla.
Pasajero pidió servicio a la Central de Autobuses del Sur
El hecho que, si este mundo no estuviera tan gacho, no sería noticia, fue reportado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX). De acuerdo con la institución, un taxista pidió ayuda por medio de uno de los botones de pánico instalados en diversos puntos de la capital… no para denunciar algo malo que le hubiera pasado, sino para solicitar orientación sobre qué hacer con el dineral que un pasajero dejó olvidado en su unidad.
Según el relato del taxista, ayer por la mañana, un señor de aproximadamente 60 años le hizo la parada en en el cruce de las calles Apatlaco y Melchor Ocampo y le pidió llevarlo a la Central de Autobuses del Sur, en la alcaldía Coyoacán. El conductor del vehículo con la cromática rosa vio cómo el hombre subió maletas y una mochila a la cajuela, mismas que bajó al concluir el servicio… pero ya cuando abandonó el lugar se dio cuenta que el susodicho olvidó una mochila que llevaba consigo, en el asiento trasero del taxi.
“Al revisarla encontró al interior unos calcetines y aproximadamente 100 mil pesos en efectivo en billetes de diferentes denominaciones”, señala el boletín de la SSC-CDMX, en el que se describe la mochila que en la que el señor llevaba tanto dinero así simplemente: “ mochila color negro”.
Primero lo primero: autoridades determinarán si el dinero es lícito
Como señalan los protocolos, los agentes de la SSC-CDMX llevaron al taxista a una agencia del Ministerio Público, donde se realizaron los trámites que amerita un caso con estas características… uno de ellos, quizás el más importante, tratar de identificar si los 100 mil pesos no son de procedencia ilícita.
Una vez que se determine que el dinero que el taxista tuvo a bien devolver no es de “Roberto”, entonces sí, va lo bueno: intentar dar con el propietario olvidadizo. Y ya… esperemos que en un futuro no muy lejano, esta noticia termine con “y el señor éste le dio una buena propina al buen hombre”. Esperemos que sí.