Es probable que algunas personas tengan miedo ante el desabasto de agua que nos rodea —o que pronto podría hacerse más grave—, pero, ¿qué podemos hacer para enfrentar esta cruda realidad en sano juicio?
A Cristian Rangel le preocupa el escenario anunciado de desabasto de agua que experimentado en la Ciudad de México, que hasta ahora se presenta como una condición que podría ir empeorando. Al principio, Cristian llegó a experimentar mucha angustia por la incertidumbre:
“De inicio que no tengamos agua para beber y aunque está el agua embotellada en algún momento no sería sostenible comprar pipas o garrafones”.
Cristian Rangel sobre el miedo al desabasto de agua
Para Cristian, que se dedica a la realización de regalos, también le mortifica que, en un escenario más extremo, ante el desabasto de agua, la vida cotidiana pueda verse mermada también en el aseo personal o del hogar, en el lavado de trastes, en la preparación de alimentos o en el uso del sanitario: “el baño vaquero yo lo veía como guácala, pero está cercano”.
“Muy poca gente está cuidando el agua y me genera enojo”, dice Cristian, pues considera que quienes no hacen un uso responsable del agua eventualmente son aquellos que consideran que se trata de una mentira o de disputas políticas, cuando en realidad se trata de un asunto de responsabilidad colectiva.
Realizar acciones de ahorro de agua le genera cierto alivio pues asume que está contribuyendo de alguna manera, ya que, en su casa, donde vive con su familia, han tenido días en los que no llega el servicio de manera regular. “Yo en mi caso dejo que se junten dos o tres idas a hacer pipí y ya le jalo”.
Otro factor que le preocupa es el descontento social; piensa en la disputa por el llenado y suministro de las pipas, el alto costo; así como la falta de capacidad de almacenamiento que muchos hogares, como el de él, no cuentan
Cristian, aunque no ha tomado terapia psicológica, cuenta para Sopitas.com que ha tratado de enfocarse en otros asuntos para no pensar todo el tiempo en el asunto del desabasto de agua, pues considera que esa actitud le puede generar más angustia.
La posibilidad de que exista una migración masiva le reconforta, pues explicó que, tal vez, de esa manera, podría distribuirse de mejor manera el consumo responsable del agua.
A él le gustaría que asumamos mayor conciencia. Que cada vez somos más, que somos una comunidad y que podemos pensar en el otro: “considerar que lo que yo hago hoy, ayuda a la persona más cercana”.
El miedo al desabasto de agua y cómo atenderlo
El miedo es una emoción primaria e innata del ser humano y convive con nosotros desde el nacimiento hasta la muerte. La función del miedo como parte de la experiencia de vida es para indicar la necesidad de ponerse a salvo.
Es un mecanismo de reacción a la supervivencia, explicó la psicóloga Fernanda Martínez de Velasco Sánchez.
Irónicamente, la experta reflexionó sobre la creencia cultural de que el miedo no es una emoción permitida socialmente, ejemplo de ellos es cuando un adulto le dice a un niño, que tiene temor de arrojarse por una resbaladilla: “no tengas miedo, se valiente”.
“Nos van enseñando que el miedo es una emoción inválida”, señala.
Sin embargo, existen situaciones donde el miedo, como es el caso del miedo al desabasto de agua y la incertidumbre de qué podría pasar frente al Día Cero, podría incrementarse al grado de paralizar a las personas —o podría prolongarse hasta convertirse en depresión o ansiedad.
Es importante buscar apoyo del exterior cuando por el temor a determinada situación no existe un sano juicio para ordenar las ideas de la mente, hay insomnio, falta de apetito, se deja de disfrutar aquellas cosas que anteriormente entusiasmaban, inicia el consumo de sustancias evasivas como drogas, el alcohol o medicamentos sin prescripción.
“A veces nos damos cuenta de pedir ayuda muy tarde, cuando estamos muy metidos en el proceso depresivo o ansioso”, dijo la especialista y agregó que, aunque existe punto de retorno, lo que complejiza el proceso de vuelta a la salud mental, es que en este estado es difícil buscar herramientas.
Para la psicóloga experta en atención, comunidades e instituciones, experimentar miedo al desabasto de agua en CDMX —como se ha ido informando— es algo comprensible, porque más allá de la cultura de la limpieza, se puede ver mermada la preparación de alimentos, lavar la ropa, la limpieza de la casa: “al final de cuentas el agua representa la vitalidad”.
“Es algo que ya se había escuchado y lo veíamos lejano, pensábamos que esta realidad era para nuestros nietos, nunca nos encontramos en el contexto de que ya hay escasez, se comienza a materializar el miedo. Es algo inesperado y abrupto… y mucha gente se está enfrentando a este temor”.
PsicólogaFernanda Martínez de Velasco Sánchez sobre el miedo al desabasto de agua
—¿Estamos como sociedad experimentando un duelo previo?
—Existe ya el duelo, porque ya tenemos un diagnóstico.
Martínez de Velasco Sánchez consideró ya hay personas que experimentan este proceso con todas sus facetas: desde la negación, la depresión, el enojo —buscando culpables con gente que no la cuida—, la negociación —planteando soluciones o la posibilidad de mudarse—, hasta a la aceptación; aclarando que cada persona resolverá desde sus propios recursos, con ayuda y viviendo este proceso.
—¿Cuándo buscar ayuda?
—Es importante evitar el estado de miedo de moderado a grave o cuando la angustia provoque alteraciones de sueño, en el apetito, frente a la falta de concentración en nuestras actividades cotidianas, si se está irritable o comienza el uso de sustancias evasivas.
Pensar en apoyo psicológico o psiquiátrico es fundamental, dijo la especialista, pero también reconoció que una herramienta infalible son las redes de apoyo como familia, amigos o grupos de sanación; dado que somos sujetos de vínculos y de la sociedad, donde las instituciones “nos atraviesan y permean”, agruparnos con más personas siempre ayuda a mirarnos en el otro, incluso si experimentan la misma emoción.
“En este mundo sentirnos acompañados es importante, no es sólo por el miedo al desabasto agua, hay más problemáticas, por eso es importante estar arropados… somos a partir del otro, somos un espejo: familiares, amigos. comunidades, iglesias, grupos de autoayuda; lo que le funcione a cada quién”, explicó.
La doctora consideró que todas las personas alguna vez en su vida deberían acudir a un proceso de atención psicológica preventiva para conocer las herramientas y que no las miramos porque no sabemos verlas, para con ello hacer frente a los diversos sucesos de la vida como viene.
Existen otros recursos para sobrellevar las crisis y resolver desde otro enfoque, es decir, la meditación, conectar con el aquí y el ahora, como la meditación puede ser un recurso eficaz desde el momento del despertar o a la hora de acostarse a descansar para buscar relajación, liberar, soltar y estar en conciencia; escuchar a tu cuerpo.
—Yo cuando trabajo con grupos de ansiedad y el plan de tratamiento es sesiones de meditación o relajamiento.
Meditación, como instrumento de sanación
Para las psiquis de quienes están en viviendo el miedo, es necesario que conectan con lo sagrado para evitar que afecte su vida, por ello, la meditación es muy importante para que se esté enraizado en la Divinidad y en la Luz, explicó el Guía Espiritual, Ram Beant —nombre que significa una vibración de Dios e infinito en el tiempo.
“El miedo es lo contrario al amor y el miedo te encoje, el amor te expande, entonces cuando tengan esta incertidumbre y este miedo sólo tienen que conectar con lo sagrado y meditar en el día 11 minutos, 31 minutos; y con eso se va a equilibrar, porque todo lo que pueda estar pasando externo, si uno está en armonía y equilibrio, no puede afectar en tu ser, aunque haya escasez de agua”, explicó el maestro.
Con la meditación se crea y co-crea junto al universo, es tan simple como ducharse la mente, pues elimina toda la basura que hay en tu mente consciente y en tu subconsciente, por lo que ayuda a discriminar resistencias y sus patrones como los miedos y las angustias. “Con la meditación y el yoga, estas dos técnicas milenarias, pueden llegar al estado del no miedo y a un estado de amor y de expansión”, explicó Ram Beant.
Con formación en Kundalini Yoga y el camino de las plantas sagradas, el Guía invita a confiar, a expandir la conciencia colectiva y de que todo está hecho para la evolución de ésta, por lo que en ocasiones existen cambios energéticos fuertes para que ésta cambie.
¿Como comenzar a meditar?
Todos somos la Divinidad, todos somos uno. Para confiar sólo hay que cerrar los ojos, inhalar y exhalar y sentir el amor infinito que nos tiene Dios a todos los seres, no hay rangos de amor para todos los seres del universo, desde una hormiga hasta el humano. Si no puedes ver a Dios en todos, no puedes verlo en nada.
A veces se piensa que las cosas que suceden son malas, sin embargo, el experto espiritual opinó que estos sucesos son un impulso o una oportunidad para crecer, evolucionar y sacar el máximo potencial como ser humano, por lo que hay que confiar en el Ser y en el Alma pues ésta sabe siempre el camino a donde se tiene que llegar.
Mirarnos entres seres humanos, sin diferencias, sin juicios: “si a uno no le gusta el color amarillo y al otro el verde, entonces hay que compartir y nutrirse de las diferencias sin ponerse banderas, esto permitirá unirse y avanzar juntos como una sola conciencia para que el planeta se vuelva a regenerar, porque todo esto lo hemos causado los humanos desde hace muchas generaciones de conciencias bajas”, reflexionó.
En el caso de la Ciudad de México y la saturación que existe, siendo el miedo al desabasto del agua un efecto de ello, Ram Beant argumentó que la meditación abre todos los caminos y hace caer el entendimiento divino a todas las personas, por lo que consideró la importancia de moverse de la matrix —como él les llama a las ciudades— hacia la naturaleza, porque es en los grandes espacios urbanos donde se concentran las bajas vibraciones.
“La meditación en estos días ahora es necesaria, ¡la deberían enseñar en los colegios!”
Y es que para el maestro en Vipassana y Kriya Yoga lo que hace la meditación en la mente es que ésta se une con el infinito, se vuelve ilimitada y de esta forma se presentan tantas maneras de ayudar, aunque son inimaginables en este momento, podrían resolver el desabasto del agua o revertir los efectos del calentamiento global. La meditación se vuelve magnética.
Existen estudios que demuestran que la meditación cambia la química del cuerpo y que conecta partes del cerebro que estaban desconectadas, lo que ocasiona que el ser físico actúe de otra manera, como, por ejemplo, cambiar hábitos alimenticios, empatizar con la naturaleza o escuchar música más amorosa, dijo.