Ciudad de México a 20 de mayo de 2021. (redacción).-
Aunque la mala leche entre estos dos personajes es más añeja que sus ideas políticas, el pleito entre Diego Fernández de Cevallos y AMLO sigue encendido. Después de un primer agarrón de pura palabrería, en donde no se consumaron los cates en el patio de Palacio Nacional, esta tarde, el panista de cepa le volvió a cantar el tiro al presidente.
En resumen, el Jefe Diego señala que AMLO lo acusó de unos delitos desde el micrófono mañanero y ahora la pide al mandatario que presente las pruebas de sus palabras.
“El que sea su costumbre ese pérfido proceder (difamar a todo el que no se somete a sus designios) solamente agrava su felonía”, continuaba la amorosa carta. “Comete un error si supone que ya se escapó de mi reclamo por el hecho de formularme torpemente unas preguntas, proyectando la penosa imagen de tinterillo cantamañanas”.
Como sabemos que puede pasar. Tinterillo es una manera despectiva de llamarle a los oficinistas y Cantamañanas se refiere a alguien informal o irresponsable.
De ahí para el real, la carta hace una amenaza más, pero que ya no apunta hacia un encuentro personal. Diego Fernández de Cevallos apunta a la honorabilidad del presidente para presentar las pruebas de sus acusaciones o de lo contrario, el panista acudirá a la Fiscalía General de la República (FGR) a hacer una denuncia propia.
“A los ciudadanos lo que les interesa es saber quién es el delincuente: usted o yo”, concluye.
¿Qué respondió AMLO?
La antipatía entre estos dos lleva años, pero el presidente lo señaló —recientemente— por ser el abogado de una marca de jugos que recibió una millonada en devolución de impuestos durante el gobierno de Vicente Fox.
“Que diga si es cierto o no, que Diego Fernández utilizó sus influencias y que nos diga por último de cuánto fue el moche, cuánto ganó por ese asunto. Nada más eso”, comentó AMLO en su conferencia diaria. Además, ahí mismo, dijo que tenía las pruebas sobre el señalamiento.
Y pues… en esas va el agarrón.