La consulta infantil y juvenil (CIJ) es un ejercicio de participación para menores de 18 años que fue implementado en México en el año de 1997. Curiosamente, un año de grandes cambios democráticos en la historia de nuestro país. Este ejercicio ha dado voz a niños y adolescentes, sin distinciones, para entender su postura y finalmente incluirlos como parte de una sociedad democrática que escucha y respeta la opinión de este importante sector social. El ejercicio mismo empodera, reeduca tanto a las y los menores, como a quienes no lo son, ya que los integra en la toma de las decisiones que pueden cambiar el rumbo del país y con ello los incentiva a continuar participando en más ejercicios de libertad democrática.
En su primera edición la participación de menores fue de 3´709,704, cifra que subió hasta los 6´976,839 en la última edición. Sin duda debemos reconocer el papel del INE, pero también valorar el esfuerzo de los millones de niños y jóvenes que han asistido a emitir su opinión. Su voz es necesaria, pues representa el porvenir y nuestra mayor apuesta por un mejor país.
En noviembre del año pasado, niñas, niños y adolescentes de México, e incluso de otros países, participaron en la Consulta por alguna de las vías dispuestas para ello. Los voluntarios que atendieron las casillas, fueron preparados por parte de las Vocalías de Capacitación Electoral y Educación Cívica del INE, implementando en la consulta un protocolo de protección a la salud para garantizar una jornada segura para todos. En ella, gracias a las gráficas recabadas por el INE, podemos observar varios de cambios y evoluciones dentro del esquema social de este sector. Por ejemplo: en cuanto a la participación por identidad sexogenérica, 46.71% de las y los participantes de la Ciudad de México se identifican como niñas o adolescentes mujeres (198,745 personas); 44.30% como niños o adolescentes hombres (188,519 personas); 7.80% no especificaron su identidad sexogenérica (33,174 personas); y 1.19% señaló que no se identifica con ninguno de los dos (5,066 personas). Esto, sólo por mencionar uno de los datos más interesantes.
Gracias a los datos del mismo organismo, también sabemos que el grupo de menores que mayor participación tuvo fue el de 10 a 13 años y que del total de participantes en la CIJ 2021, 33,982 menores de edad declararon que trabajan, lo que equivale al 7.99% de la población que emitió su opinión. Hay información muy importante en las bases de datos que el INE creó a partir de esta consulta. Ésta puede resultar muy útil para la creación e implementación de nuevas políticas públicas encaminadas a proteger les derechos más fundamentales de niñas, niños y adolescentes, como servidores públicos y representantes populares. Es nuestra obligación analizar estos datos y buscar las soluciones que los futuros ciudadanos de México esperan de nosotros. Este trabajo implica pluralidad e inclusión; supone un México que toma en cuenta la voz del futuro y le da herramientas formativas de un gran valor. Pero también implica pequeños-grandes mexicanos que despiertan y tienen en esta consulta la vía más directa para emitir sus inquietudes, sus ideas y las posibles soluciones que ayuden a la construcción de un México mejor. Todas y todos debemos fomentar la participación en las siguientes consultas; que estos ejercicios sigan creciendo para sumar más voces que enriquezcan nuestra valiosa democracia.
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